sábado, 31 de octubre de 2009

Historia de un Vals a Mordiscos I

LOS PRIMEROS PASOS A COMPÁS


Los tópicos son como un mar que arrastra sin compasión, pero este baile sabe nadar. No habla de vampiros de afilados colmillos sino de la sociedad, nada místico, nada mágico solamente es una perspectiva social más. O... ¿Quizá no?


Teñí mi alma de hermosura, y me acerqué sin temor. Te busqué y fallé, no debí hacerlo nunca, nunca debí dejar que agarraras mi cintura y comenzara el baile..., nunca.

Fueron tus ojos los primeros en delatarte, ya que en el primer giro, fueron ellos los que con fuerza comenzaron sin piedad a beberse mi alma, y es ahí, cuando te dejaste ver vampiro.

Mis ojos te abrieron el camino y el amor cegó tus profundos ojos, y entre tantas miradas con caras tontas, jamás imaginé que sin llegar al final del primer baile tú me morderías con tanta fuerza. Pero así fue, tus incisivos reflejando tu alma se clavaron en mi cuello con tal fuerza, que mis piernas flaquearon y me caí.

Poco recuerdo después de aquello..., solamente se desdibuja en mi mente tu borrosa boca diciendo: Yo, no quería.

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